Puto de Molotov: un himno "accidental" contra la comunidad LGBTIQ+

                                                                 Foto de twitter: @PincheEinnar

 

La canción p*to que fue lazada por la banda Molotov en 1997 no solo NO es un himno de la comunidad LGBTIQ+, sino que es TODO lo contrario, es una canción que, “quizás sin querer”, se convirtió en el himno usado por muchos para agredir, burlarse y discriminar a toda persona que no “encaja” en el ser hombre, que se muestra débil, afeminado o que simplemente no replica el discurso y forma de actuar de un “verdadero hombre” (machista).

Actualmente u
n himno se puede definir como una composición poética o musical que tiene como objetivo alabar o ensalzar un país, a una organización o a un grupo social determinado. La canción p*to está muy lejos de eso, frases como “Matarile al maric*n” “Marica, nena, más bien p*tín” dejan muy claro que la intención principal del discurso es el menoscabar, insultar y denigrar a un sujeto, que en broma o no, no deja de ser machista, homofóbico y misógino.

La banda ha declarado que no se arrepienten de haberla escrito y piden al público tomar en cuenta el contexto en el que se escribió; ya en su momento mencionaron que el término hace referencia a los que ejercen el poder en la política mexicana y no a los hombres homosexuales. Lo que la banda parece no reconocer (o no quiere) es el alcance y el impacto que esta ha tenido en la comunidad LGBTIQ+.

No podemos, al menos yo no puedo, aprobar que sean otros los que definan qué nos debe hacer sentir orgullosos y qué no debería insultados; lo hacen siempre desde afuera, desde una ventaja social que les coloca fuera del riesgo de ser discriminados, golpeados o asesinado por ser p*to, maric*n y nena.

Al igual que Christian Chávez, yo fui blanco de agresiones verbales y físicas al son de esa canción, en la calle la cantaba el grupito de la cuadra cada vez que pasaba, incluso en mi familia se usó para señalarme y burlarse. Y sí, somos muchos los que compartimos estas experiencias, que nos marcaron y que nos llevaron a escondernos cada que sonaba en cualquier lugar.

Basta revisar un poco las reacciones a la declaración de Christian para entender que a la gente le valió v*rga que la canción era una crítica social para los políticos mexicanos, ellos la usan para señalarnos y violentarnos, y de eso se sienten orgullosos.

Como sea este texto no cambiará nada, lo que sí es que me ha ayudado a mirar mi realidad, a sentirme orgulloso de quién soy, de la valentía con la que he enfrentado esos obstáculos; soy capaz de reconocer donde NO HAY ALIADOS y como funcionan esas violencias simbólicas que perpetúan y reproducen un sistema machista que no nos quiere. Aquí sigo a paso firme, abriéndome caminos y espacios entre gente homofóbica y gays cisheteronormados.